sábado, 31 de julio de 2010

No tenia muy claro donde estaba


No tenía muy claro donde estaba, solo me daba la sensación de ver gente corriendo, gritos, llantos.
Otra vez volvía a pasarme lo mismo, se repetían escenas, una serie de imagines oscuras se veían delante de mí.
Donde estoy, no importa, estaré?.
Un aroma a alcohol muy fuerte quedo en mí y la sensación de arcadas.
Todo iba pasando en cámara lenta y no sabía si era en el mismo momento o en miles de momentos.
Se entremezclaban las situaciones.
Alguien me hablaba, muchos me hablaban, todos repetían lo mismo pero no sabía que era, el sol daba en mi vista y quemaba. Ruidos de vehículos, bocinas, sí, eso, bocinas de vehículos y campanas, que seguro, era una hora redonda y muy avanzada pues la cantidad era indescifrable.
Estaba en otro lugar o era el mismo ?.
Seguía preguntándome que pasaba, me iba quedando sin respuestas.
Tuve una pesadilla de duración infinita, mucho viento, un gran bosque sin entradas ni salidas, dentro de este, un desierto, otro oasis y volvía al bosque, sudaba y el corazón estaba a punto de estallar. Manos que me saludaban y tironeaban hacia ellos, sin rostros, sin cuerpos, seres ocultos detrás mi/no se.
Daba vueltas y vueltas, horas, días, semanas. Seguía escuchando esos gritos, llantos pero qué?, acaso participaba de algo por error, sin invitación previa.
No, no.
Ella me despertó de un codazo y me hizo caer de la cama, ese piso, duro y frió era la realidad, ella me había salvado de las garras de la pesadilla y tenía necesidad de agradecerle, la bese, la acaricie y volví a la realidad nuevamente con otro codazo.
Disculpas.
Nos vemos.
Nunca entendí porque ella me había elegido a mí.

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