viernes, 22 de octubre de 2010

Y ya estoy aquí, mirando caminar mil demonios

Y ya estoy aquí, mirando caminar mil demonios.
No entendía muy bien de donde salía tanta gente durante el día, por la noche volví tranquilo, parado muy cerca de la puerta, y éramos nosotros, cada uno con su identidad.
La jornada había sido dura y la expectativas de llegar a casa y beber un rico vino eran enormes y esa conversación de dos alguienes me sorprendía, parecía que provenía dos hombres grandes (ja).
“a mí me gustan esas pendes en verano que hacen tramites y están sudadas con sus jeans bien ajustados y te miran como diciendo "flaco, se te paso la hora", y yo les creo, pero las miro igual e incluso me doy vuelta para ver si ellas se dan vuelta también como me sucedía cuando era joven que con todas las que me cruzaba sentía su mirada en mi nuca y en mis cantos “
Pero estamos en invierno ¡!!!!!   - le respondía el otro personaje con tono sorprendido
Ah, si claro, pero,
   “a  me gustan esas viejitas que en invierno te miran con carita de " hoy duermo sola, ven a abrigarme", y usan poca pintura y van muy prolijitas, caminando como quien nada le interesa pero te miran primero el miembro y después a los ojos, dándote toda la info. posible de antemano de cual son sus intenciones, ellas no se dan vuelta de una, solo buscan una excusa para cruzar la calle y ahí si te miran hasta los cantos “.

Demasiado para un solo dia, segui leyendo los chistes del diario.

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